A los fieles y personas de buena voluntad de la diócesis del Patriarcado Latino de Jerusalén
Queridos hermanos y hermanas,
¡Que el Señor os dé la paz!
El gran terremoto que asolo Turquía y Siria la noche del 5 al 6 de febrero, causando miles de muertos y heridos, ha hundido en la miseria a muchas familias que ya sufrían la guerra y dificultades económicas. Los daños a personas e infraestructuras son enormes y los recursos de las poblaciones locales insuficientes para hacer frente a las consecuencias de esta catástrofe natural en pleno invierno.
El Santo Padre, el Papa Francisco, ha expresado su deseo de que se apoyen de forma concreta los esfuerzos de los equipos de rescate. Por tanto, nos unimos a toda la Iglesia, en la persona del Sumo Pontífice, para hacer un llamamiento a todos los fieles, grandes y pequeños, que viven en las regiones del Patriarcado Latino de Jerusalén, para que ofrezcan oraciones y ayuda material a las víctimas de este terremoto, que ahora se encuentran como los pequeños de los que nos habla el Evangelio.
Cuidar de los demás es una forma concreta de amar a Cristo y de vivir la fe cristiana. Impulsado por la caridad hacia nuestros hermanos y hermanas, animo a todas las comunidades -parroquias, institutos religiosos, movimientos, asociaciones- del territorio diocesano a poner en marcha iniciativas adecuadas para rezar y enviar ayuda a las poblaciones afectadas.
Aceptando la propuesta de nuestros sacerdotes, ordeno también que en todas nuestras Vicarías y en todas las parroquias de la diócesis, la colecta de las misas dominicales de los domingos 6º y 7º del Tiempo Ordinario sea donada a las poblaciones afectadas.
Como siempre, comunicaremos más adelante quiénes serán los destinatarios de nuestra contribución y su cuantía, después de haber hablado y acordado con los Vicariatos Apostólicos de Turquía y Siria. Será nuestra forma sencilla e inmediata de expresar nuestra solidaridad con quienes llevan demasiados años sufriendo.
Como de costumbre, las ofrendas deben enviarse directamente a la administración del Patriarcado Latino en Ammán o Jerusalén, notificándolo al mismo tiempo a la Cancillería.
Invocando sobre vosotros abundantes bendiciones, confiamos esta iniciativa a la maternal intercesión de la Santísima Virgen María.
† Pierbattista Pizzaballa
Patriarca latino de Jerusalén