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Oficina de Vocaciones

Oficina de Vocaciones del Patriarcado Latino de Jerusalén 

Introducción:  

La Oficina de Vocaciones se dedica a fomentar las vocaciones sacerdotales en la Diócesis. Ofrece apoyo a las personas que disciernen su vocación, supervisa a los que desean entrar en el seminario y trabaja en estrecha colaboración con el rector y el personal del seminario para preparar a los candidatos a la vida del seminario. La oficina está dirigida por el o los responsables de vocaciones de la Diócesis. 

Aunque las oficinas principales se encuentran en el Vicariato Patriarcal de Ammán y en el Seminario Patriarcal de Beit Jala, las actividades de la Oficina se extienden por toda la Diócesis de Jerusalén.  La oficina se dedica principalmente a la divulgación visitando parroquias, escuelas y actos parroquiales para sensibilizar a los jóvenes sobre el concepto de las vocaciones. 

La misión de la oficina es ayudar a los hombres a discernir si Dios les llama a buscar la santidad a través de la vida sacerdotal y colaborar con otras órdenes religiosas para fomentar una comprensión más profunda de la vocación en todas las comunidades. 

El papel de la Oficina de Vocaciones: 

El trabajo de la Oficina de Vocaciones puede resumirse en tres áreas principales: 

  1. Sensibilización: Implica animar a las personas de todas las edades a escuchar la llamada de Dios en sus vidas y promover este concepto a través de las actividades de pastorales juveniles, las escuelas y entre los padres, que desempeñan un papel clave en el apoyo a las vocaciones. Esto se logra a través de: 
  • Organizando eventos como encuentros vocacionales y campamentos de discernimiento vocacional. 
  • Participando en liturgias parroquiales para resaltar el concepto de vocación. 
  • Comprometerse con los movimientos juveniles (por ejemplo, Secretariado General para la Juventud, Autoridad General para los Scouts). 
  • Interviniendo en reuniones de diversos grupos pastorales, tanto juveniles como no juveniles, para fomentar la conciencia general entre los jóvenes, los padres y la comunidad de fe en general. 
  • Realizar visitas escolares de sensibilización y formar parte de las clases de educación cristiana. 
  • Promover el conocimiento de las vocaciones a través de las redes sociales.
  • Colaborando con los administradores escolares, catequistas y educadores religiosos para ayudar a identificar las vocaciones entre los jóvenes desde el principio. 
  1. Asesoramiento: Apoyar el proceso de discernimiento personal de aquellos que buscan comprender su vocación. Esto incluye ofrecer orientación espiritual y asesoramiento a las personas que están considerando el sacerdocio o la vida religiosa, proporcionar seguimiento y evaluación a los candidatos al seminario, y organizar retiros espirituales y programas de discernimiento con especialistas para profundizar la comprensión de las personas sobre su vocación.
  2. Colaboración: Dado que la oficina de vocaciones no puede llegar a todas las partes de la Diócesis simultáneamente, las oficinas y movimientos diocesanos desempeñan un papel crucial en este esfuerzo. Son fundamentales para atender las necesidades de la Diócesis y apoyar el trabajo de la Oficina de Vocaciones. 
Con los párrocos: 
  • Los párrocos desempeñan un papel importante en el discernimiento de las vocaciones (cf. c. 233 § 1). Su responsabilidad se extiende más allá de la mera aprobación de candidatos para el programa de vocaciones; son la clave para identificar y guiar a las personas hacia su vocación. 
  • En el caso de los estudiantes de las escuelas, los párrocos son responsables de nutrir, discernir y apoyar el desarrollo de la vocación del alumno, asegurándose de que esté preparado para unirse al programa vocacional cuando llegue el momento.  
  • Además, los párrocos tienen la tarea de fomentar las oraciones por las vocaciones sacerdotales, celebrando Misas en ocasiones especiales por esta intención y organizando Adoraciones Eucarísticas en las parroquias en momentos señalados. 
Con los Movimientos Juveniles: 
  • Involucrar a la Oficina de Vocaciones en eventos y celebraciones juveniles, como la Fiesta de Jesús Rey, campamentos de verano y entrenamientos. 
  • Coordinar reuniones y eventos centrados en el discernimiento vocacional colaborando con los capellanes espirituales del movimiento juvenil. 
  • Colaborar con los capellanes del movimiento juvenil para participar en sus actividades y dedicar tiempo a hablar de vocaciones o simplemente estar presentes en estos eventos. 
Con el Seminario: 
  • Mantener un canal de comunicación con el rector y el personal del seminario para asegurar que cualquier reto o problema al que se enfrenten los candidatos se aborde con prontitud. 
  • Trabajar estrechamente con el seminario en la evaluación de los candidatos antes de su aceptación para asegurar que están preparados espiritual, académica y psicológicamente para la formación sacerdotal. 
  • Organizar eventos y actividades conjuntas con el seminario, reconociendo su papel vital en la promoción de las vocaciones sacerdotales. 

El logotipo: 

Este logotipo se inspira en la llamada de los primeros discípulos a lo largo de las orillas del Mar de Galilea. Cuando Jesús llamó a sus discípulos, les encargó que se convirtieran en «pescadores de hombres», lo que significaba que su función principal tras ser llamados era invitar a otros a seguir a Cristo. Se eligió este versículo como lema de la oficina porque refleja la misión de la oficina de guiar, apoyar y acompañar a quienes disciernen las vocaciones, a la vez que educa a los fieles sobre la importancia de responder a la llamada de Dios. 

El borde de cuerda: 

El borde exterior está diseñado en forma de cuerda, lo que refleja imágenes náuticas. La cuerda simboliza la conexión espiritual entre Dios y los creyentes. También representa la unidad y la fuerza, uniendo a laicos y clérigos para trabajar en el fomento de las vocaciones. 

Los dos peces: 

Los peces tienen un profundo significado en el simbolismo cristiano, ya que a menudo representan a Cristo. En el cristianismo primitivo, el pez simbolizaba la fe en Cristo y se usaba como emblema sacramental. En el logotipo, los dos peces representan a los seguidores de Cristo, en referencia a su llamada a sus discípulos a ser «pescadores de hombres» (Mateo 4,19). 

El ancla entrelazada con la cruz patriarcal: 

En la tradición cristiana, el ancla simboliza la esperanza inquebrantable en Dios. Representa la estabilidad espiritual durante los desafíos (Hebreos 6,19), representando la esperanza en Cristo como un ancla que mantiene a los creyentes firmes, especialmente en tiempos de adversidad. La superposición con la Cruz Patriarcal significa la fe de la Iglesia en las continuas vocaciones que el Señor renueva para su Madre Iglesia. 

Elementos marítimos: 

El fondo presenta tres elementos marítimos: 

  • El Mar simboliza el mundo, lleno de agitación e incertidumbre. 
  • El Barco representa a la Iglesia, navegando por el mundo y ofreciendo a los fieles un lugar de refugio en medio de las pruebas y tribulaciones. 
  • La Red representa la llamada a evangelizar y llevar a las personas al Reino de Dios. También simboliza el papel de la Oficina de Vocaciones a la hora de atraer nuevas vocaciones para servir al Señor. 

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