Cada año, la ciudad de Belén acoge a miles de peregrinos, que vienen a presenciar la temporada más alegre para esta ciudad, pero el conflicto en curso ha limitado las celebraciones exteriores. Sin embargo, esta alegría continúa viviendo en los corazones de los cristianos de Tierra Santa, ya que nada puede apagar la llama de alegría que nos trae el Nacimiento del Salvador, que es la esperanza y la alegría de la Iglesia.
(El momento en que se colocó la estatua del Niño Jesús en la Gruta durante la misa de Nochebuena)
El 24 de diciembre de 2023, S.B. el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, y su delegación fueron recibidos en la ciudad de Belén a través de una procesión, que terminó en la Basílica de la Natividad, anunciando el inicio de las oraciones, que conducen a la Misa de Nochebuena en la Iglesia de Santa Catalina en Belén, junto a la gruta de la Natividad.
Durante la procesión, los scouts de Tierra Santa se abstuvieron de tocar melodías en sus instrumentos para mostrar solidaridad con el pueblo de Gaza. En cambio, levantaron pancartas pidiendo que la paz y la justicia se manifiesten en esta tierra.
(Escrito en la pancarta" Gaza en el corazón")
Como gesto de amor y cercanía a la Iglesia de Tierra Santa, Su Santidad el Papa Francisco envió al Cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, a rezar con los fieles durante la Navidad, así como a visitar a los huérfanos, a las familias pobres y a las instituciones católicas para escuchar sus necesidades en estos tiempos difíciles y transmitirlas a S.S.
(Cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, en la Gruta)
"He encontrado una cantidad inesperada de amor en esta pequeña ciudad de Belén", dijo Elizabeth, una voluntaria de los Estados Unidos, que ayuda a las Hermanas del Verbo Encarnado en el cuidado de niños y jóvenes con discapacidades físicas y mentales en la casa de acogida del Hogar Niño Dios, cerca de la Basílica de la Natividad. "Especialmente en esta época de Navidad, a pesar de la falta de celebraciones externas, su fe, amor y devoción a Dios sigue siendo fuerte, y esto me ha dejado un gran impacto", agregó.
Antes de que comenzaran las oraciones de Vísperas, el P. Rami Asakra, párroco de la Iglesia de Santa Catalina, dio la bienvenida a los cardenales, obispos y a todos los representantes de las instituciones civiles y eclesiásticas que los acompañaban, comentando: "Es posible que este año no mostremos alegría externa como signo de nuestra humanidad y solidaridad con las víctimas de la guerra. Pero seguimos celebrando la Navidad, después de estar decepcionados con los líderes de este mundo, para probar y proclamar al mundo entero que, a través del nacimiento de Cristo, nuestro rey, Dios se convirtió en Emanuel, y su luz aún brilla en las tinieblas, pues estas no pueden vencerlo. Hemos venido a recordar al mundo que Dios es amor y que todos los seres humanos son hijos suyos y tienen derecho a la justicia, a la paz, a la alegría y a la vida". Por la tarde, S.B. el Cardenal Pierbattista Pizzaballa y la delegación de obispos que le acompañaba se reunieron con el Dr. Ramzi Khoury, representante del Presidente Mahmoud Abbas, así como con varios embajadores y cónsules.
(P. Rami Asakra, junto al P. Gabriel Romanalli, párroco de Gaza)
En su Homilía en la Misa de Nochebuena, el Cardenal Pizzaballa enfatizó las palabras del Evangelio "No había lugar para ellos" (Lc 2,7) comparándolas con nuestro mundo de hoy, que parece no tener lugar para el nacimiento del Príncipe de la Paz, recordando a los creyentes la capacidad de Dios de encontrar siempre un lugar para la Navidad, incluso en estas circunstancias dramáticas, diciendo: "creemos que Dios puede hacer espacio incluso en los corazones más duros". Y durante su homilía del día de Navidad, habló de lo que significa celebrar la Navidad diciendo: "El Nacimiento de Cristo muestra el deseo de Dios de entrar en relación con la humanidad a través de la encarnación del Verbo, y celebrar su Natividad significa acoger la Palabra, y recibir su deseo de amor, paz y reconciliación, proclamándola".
Concluyó con una oración: "¡Que Cristo nazca de nuevo en esta tierra, la suya y la nuestra, y que desde aquí comience de nuevo el camino del Evangelio de la paz para el mundo entero! ¡Que renazca en el corazón de los que creen en Él, moviéndolos al testimonio y a la misión, sin temor a la noche y a la muerte! ¡Que también Él renazca como deseo de paz y de bien, de verdad y de justicia, en el corazón de los que aún no creen!".
Navidad en Belén 2023:
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Encuentro navideño con los feligreses de Jerusalén
