La Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que la Iglesia Católica Universal celebra cada año el 14 de septiembre, conmemora dos acontecimientos significativos: el descubrimiento de la Vera Cruz por parte de Santa Elena y la dedicación de la Basílica del Santo Sepulcro. Esta fiesta sirve como recordatorio del Cristo elevado, que continuamente atrae a todas las personas hacia Él (Juan 12,32).
Resumen Histórico y Litúrgico
Después de la crucifixión, muerte y resurrección de Cristo, la Cruz de Cristo se perdió. Los romanos la arrojaron a un gran pozo cerca del Monte Calvario y erigieron un templo a la diosa romana Venus en el lugar para disuadir a los primeros cristianos de visitar y venerar la Cruz. Esta situación persistió hasta el año 326 d.C., cuando Santa Elena, madre del emperador Constantino el Grande, viajó a Jerusalén en busca de la Santa Cruz. Su hijo había logrado recientemente una victoria significativa, atribuida a una visión en la que vio la cruz con la inscripción: "Con este signo, vencerás".
A su llegada, Helena se enteró de dónde había sido enterrada la Cruz. Ordenó una excavación, descubriendo tres cruces. Para identificar la verdadera cruz de Cristo, el Patriarca Macario, Obispo de Jerusalén, sugirió probar cada cruz en el cuerpo de un hombre recientemente fallecido. Las dos primeras cruces no tuvieron ningún efecto, pero cuando la tercera cruz se colocó sobre el cuerpo, el difunto revivió. Santa Elena elevó entonces la Santa Cruz en el Monte Calvario por encima de la cueva donde fue encontrada y construyó la Iglesia del Santo Sepulcro, que fue consagrada el 13 de septiembre de 335. Al día siguiente, se honró a la Cruz con la celebración de una Misa Solemne, haciendo de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz en la Diócesis de Jerusalén una fiesta particularmente significativa, que tiene su origen aquí.
La Cueva donde se encontró la Verdadera Santa Cruz de Cristo
En una entrevista con la Oficina Litúrgica del Patriarcado Latino, el Padre Aziz Helwa, director de la oficina, explico cómo la primera lectura y el texto del Evangelio están entrelazados a través de la historia de la serpiente de bronce que Moisés levantó en una asta bajo el mandato de Dios en el Antiguo Testamento. Esta historia es paralela a la elevación de Cristo en la Cruz. Así como los que miraron a la serpiente de bronce fueron sanados y salvados de la muerte, así también los que contemplan al Cristo crucificado y creen en su muerte y resurrección encontrarán la salvación. El Padre Helwa concluyó señalando que la Fiesta de la Exaltación de la Cruz sirve tanto para la contemplación como para la preparación para el Viernes Santo, que se celebra durante la Pascua.
Meditaciones desde Jerusalén
"En el Crucifijo encontramos el sufrimiento de la humanidad: las injusticias, las guerras, los abusos, las humillaciones, los gritos de dolor de todos. Con la cruz de Cristo, el mundo ha asumido una nueva dimensión de la existencia: la entrega de sí mismo por el bien de los demás. El mundo de hoy necesita personas que sepan cómo hacerlo. El mundo los considerará como muertos, pero en realidad serán los testigos de la verdadera vida". - S.B. Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén
"Para mí, esta fiesta es tan significativa como la Pascua, porque, en la cruz de Cristo, encuentro mi verdadera identidad y la razón de mi ser. Contemplando el Crucifijo aprendo a vivir la vida cristiana, y me recuerda que los caminos de Dios son más altos que los míos, él convirtió la cruz, que era una herramienta que producía vergüenza, en un signo vivificante. La Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén tiene un lugar especial en mi corazón. Aunque he visitado muchas iglesias en todo el mundo, la sensación que experimento cada vez que visito la Iglesia del Santo Sepulcro es especial. Reviven en mi corazón y en mi mente los acontecimientos que tuvieron lugar en el Calvario, mientras que la tumba vacía me da esperanza y me recuerda que todas las dificultades del mundo están destinadas a terminar". - Un empleado del Patriarcado Latino de Jerusalén
En esta ocasión, el Patriarcado Latino celebró el viernes 13 de septiembre de 2024 una Misa en la Pro-Catedral presidida por Mons. William Shomali, Vicario General, con la participación de sacerdotes, religiosas y empleados del Patriarcado. En su homilía, destacó la importancia de la cruz en nuestras vidas, que es el único camino hacia la salvación. "Estamos llamados de nuevo a tomar la cruz y caminar detrás de Jesucristo con confianza, porque con Él y en Él triunfaremos".