Como es tradición, el lunes de Pascua, 21 de abril, la Iglesia de Jerusalén celebró la aparición de Jesús a los dos discípulos de Emaús. S.B. el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, que había aceptado presidir la celebración, tuvo que retirarse en el último momento debido al repentino fallecimiento del Papa Francisco. Invitó a Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, también Obispo titular de Emaús, a ocupar su lugar y representarlo.
La antigua basílica de Emaús-Nicópolis se llenó, mas que en ningún otro año, de fieles locales y peregrinos, especialmente religiosas de diversas congregaciones. Entre los concelebrantes había dos Obispos: Mons. Rafic Nahra, Vicario Patriarcal para Galilea, y Mons. Ilario Antoniazzi, Arzobispo Emérito de Túnez, junto con más de 25 sacerdotes.
En la asamblea estuvo presente una comunidad de fieles de Nazaret, compuesta por la Legión de María y un loable grupo de peregrinos que habían pasado todo el día siguiendo las huellas de los discípulos de Emaús, desde el Cenáculo de Sion hasta la aldea de Emaús, pasando por Abu Gosh, Saxum y el Valle de Emaús. Esta peregrinación fue organizada por la Comunidad de las Bienaventuranzas. La liturgia estuvo animada por la Comunidad de las Bienaventuranzas y el grupo «Nueva Vida» de Galilea.
En su homilía, Mons. Marcuzzo recordó la muy reciente muerte del Papa Francisco, presentando la muerte cristiana en el contexto de la esperanza pascual durante este Año Jubilar de la Esperanza. Rezó por el Papa fallecido y rindió homenaje a su memoria citando las últimas palabras del Papa, leídas desde el balcón de San Pedro el Domingo de Pascua durante la bendición «Urbi et Orbi», ofreciendo estas hermosas palabras como un precioso testamento del Papa para cada uno de nosotros.
Al final de la Misa, la Hermana Rebecca, Superiora General de la comunidad, expresó públicamente sus mejores deseos y oraciones por el cumpleaños del Patriarca Pizzaballa, tuvo palabras de agradecimiento para los fieles presentes e invitó a todos a compartir un refrigerio fraterno en el patio de la comunidad.