Introducción histórica
Enclavado a sólo nueve kilómetros al norte del Mar Muerto, este cautivador yacimiento arqueológico está formado por dos zonas clave: La colina de San Elías y las Iglesias de Juan el Bautista, situadas cerca del río Jordán. En el corazón de la región de Qafra, es venerado en la tradición cristiana como el mismo lugar donde Jesús fue bautizado por Juan el Bautista. El lugar ofrece una fascinante visión del pasado, con vestigios romanos y bizantinos diseminados por toda la zona, como antiguas iglesias, pequeños templos, monasterios, cuevas antaño habitadas por ermitaños y estanques bautismales sagrados.
La Iglesia de Juan el Bautista: Un lugar Sagrado de Historia y Fe
La Iglesia de Juan el Bautista se encuentra al este del río Jordán. Construida durante el reinado del emperador Anastasio (491-518 d.C.), esta iglesia bizantina es venerada como el lugar donde Jesús fue bautizado por Juan el Bautista. Relatos antiguos, como los de Teodosio (530 d.C.), describen la Iglesia elevada sobre grandes cámaras para protegerla de las crecidas del río. Aunque el pilar exacto que marcaba el bautismo de Jesús sigue sin descubrirse, las evidencias arqueológicas concuerdan plenamente con estas primeras descripciones.
Recientemente descubierta y preservada, la escalinata de mármol, descrita por Antonino Mártir (570 d.C.), desciende hacia el río Jordán, donde los sacerdotes realizaban los bautismos. Estos escalones miran hacia el este, lo que coincide con los detalles históricos del flujo de agua durante las inundaciones.
La Capilla del Manto y la Singular «Piscina Bautismal», destacada por Arculfo (670 d.C.), son elementos clave del yacimiento. Sostenida por cuatro pilares de piedra, la capilla marca el lugar donde se colocaron las vestiduras de Jesús durante su bautismo. Hoy en día, los peregrinos pueden descender por los escalones de mármol para ser bautizados en las aguas del río Jordán. Se han descubierto miles de marcas de cruces en el yeso original, probablemente hechas por creyentes que fueron bautizados en este lugar sagrado.
Cerca de allí, la Basílica Inferior se encuentra al oeste de las naves de la basílica principal, con intrincados suelos de mármol decorados con motivos geométricos y vibrantes colores. Algunos muros y elementos arquitectónicos restantes reflejan un diseño diferente al de la elevada Capilla del Manto y la Iglesia de Juan el Bautista, lo que contribuye a la rica estratificación histórica del lugar.
Construida sobre estructuras anteriores, la Basílica (Iglesia de la Trinidad) consta con una nave, pasillos, un santuario con un altar y suelos de mosaico con hermosos azulejos. Un vestíbulo oriental conduce a la piscina bautismal cruciforme. En el siglo VIII, Epifanio señaló la conexión de la Iglesia con la cueva y el manantial donde vivió Juan el Bautista, lo que subraya su dedicación a la Santísima Trinidad.
Una Capilla más pequeña, construida sobre el pilar noroeste de la Capilla del Manto, señala el lugar exacto del bautismo de Jesús. El abad Daniel (1106-1107 d.C.) dejó constancia de su importancia y, tras una reciente restauración, la capilla incluye ahora refugios protectores para preservar su integridad histórica.
Reconocimiento de la UNESCO
En 2015, la UNESCO incluyó Al-Maghtas (también conocida como Betania más allá del Jordán) en la Lista del Patrimonio Mundial, reconociendo su inmensa importancia histórica y religiosa. Como lugar donde Jesús fue bautizado por Juan, se erige como un destino fundamental de peregrinación cristiana y un símbolo del patrimonio religioso mundial compartido.
El apoyo del Reino Hachemita a Al-Maghtas
En 2003, el rey Abdullah II de Jordania donó 30 “dunams” de terreno para la construcción de una Iglesia católica en Al-Maghtas, que proporcionará un espacio de acogida a los peregrinos. Y el 10 de mayo de 2009, el Papa Benedicto XVI, junto con el Rey Abdullah II y la familia Hachemita, colocó la primera piedra de la Iglesia católica y el monasterio de Al-Maghtas, consolidando el apoyo constante de la familia real al lugar.
Visitas Papales a este Lugar Sagrado
- El Papa San Juan Pablo II visitó Al-Maghtas en 2000, rezó y bendijo a la multitud con agua del río Jordán.
- El Papa Benedicto XVI visitó el lugar en 2009 y colocó la primera piedra de la nueva iglesia y monasterio.
- El Papa Francisco la visitó en 2014, durante la Fiesta del Bautismo del Señor, donde presidió el Rito de la Renovación de los Votos Bautismales, que consiste en renovar los votos bautismales y rociar a los fieles con las aguas sagradas del río Jordán.
Una Nueva Iglesia y Monasterio
La construcción de la Iglesia y el Monasterio católicos fue supervisada por el antiguo Patriarca Fouad Twal y el Obispo Salim Sayegh, con importantes contribuciones de Nadim Muasher, caballero del Santo Sepulcro, que dedicó el proyecto a su hijo, fallecido trágicamente en un accidente automovilístico en el lugar. Muchos otros donantes, incluido el gobierno húngaro, desempeñaron un papel vital para hacer realidad esta visión.
En la actualidad, el lugar cuenta con la Iglesia (santuario), dos Monasterios para frailes y monjas, jardines, un centro de visitantes, aparcamiento, un paseo y la Colina de la Cruz, que ofrece impresionantes vistas de las montañas de Jerusalén. Con una superficie de 2.200 metros cuadrados, la Iglesia será una de las mayores de Oriente Medio y se unirá a lugares de peregrinación y oración como la Iglesia de la Anunciación, la Iglesia de la Natividad y la Iglesia del Santo Sepulcro. Los frailes y monjas del Verbo Encarnado se encargarán del mantenimiento del lugar, acogerán a los peregrinos y dirigirán oraciones y misas.
Construida con piedra de Tafouhi -piedra amarillenta de Hebrón-, la iglesia tiene vidrieras hechas en el Líbano al estilo de la catedral de Chartres, una de las estructuras góticas más célebres de Francia.
Con capacidad para más de 1.000 fieles, la Iglesia acoge la peregrinación anual a Al-Maghtas, cada mes de enero. Durante este tiempo, tienen lugar misas, oraciones y la renovación de los votos bautismales, todo ello para celebrar la fiesta del bautismo de Cristo y su profundo significado en la fe cristiana.
El 10 de enero de 2025, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, y el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, presidirán la Misa durante la cual se procederá a la dedicación del Altar y a la inauguración de la Iglesia del Bautismo del Señor en el río Jordán. En el interior del Altar se colocarán las reliquias del Papa Juan Pablo II y de los Santos Mártires de Damasco, entre otros. Esta Iglesia ha sido designada como destino de peregrinación para que los fieles reciban la indulgencia plenaria durante el Jubileo de la Esperanza 2025.
