El martes 19 de noviembre de 2024, Mons. William Shomali, Vicario General del Patriarcado, presidió una Misa en la Iglesia del Monasterio de las Hermanas del Rosario de Jerusalén, con motivo de la fiesta de Santa María Alfonsina, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Rosario. Concelebraron la Misa Mons. Bolos-Marcuzzo, Obispo emérito, varios sacerdotes, en presencia de Sor Sophie Hattar, Superiora General de las Hermanas del Rosario, varias Hermanas del Rosario y fieles.
En su homilía, Mons. Shomali destacó la humildad de Santa María Alfonsina, señalando que en el mundo de hoy, lleno del ruido del orgullo y de continuos conflictos, tenemos gran necesidad de vivir la virtud de la humildad. Ésta ayuda a abrir la puerta del corazón para escuchar la voz de Dios que nos llama a vivir según su sabiduría y su bondad, concediéndonos la capacidad de vivir en paz interior, lejos de la división y el conflicto.
Al final de la Misa, los fieles elevaron sus oraciones, pidiendo la intercesión de la Santa de su patria, para que conceda fuerza y sabiduría a la Iglesia de Jerusalén, a fin de que sea fiel al cumplimiento de la voluntad de Dios. También imploraron a Dios que ponga fin a todo mal que atente contra la dignidad humana.
Breve biografía
Llamada al nacer, Santa María Alfonsina Danil Ghattas, nació en Jerusalén en 1843. Ingresó en la Orden de San José de la Aparición a los diecisiete años e hizo sus votos perpetuos en 1863.
Más tarde, se trasladó a servir a Belén, donde se le apareció la Virgen María, pidiéndole que fundara una nueva congregación, las «Hermanas del Santo Rosario», lo que ocurrió en 1883 con la aprobación del Patriarca Latino de Jerusalén.
La Madre María Alfonsina trabajó en varias ciudades, entre ellas Nazaret y Salt (Jordania), antes de establecerse en Ein Karem, donde falleció tras fundar un orfanato.
Era conocida por su humildad, amor y silencio. Guardó un profundo secreto en su corazón durante 53 años sin revelarlo a nadie. De no haber sido por la intervención divina a través de su director espiritual, el P. Joseph Tannous, del Patriarcado Latino, gran parte de su extraordinaria experiencia espiritual y la verdadera historia de la fundación de la Congregación del Rosario podrían haber permanecido desconocidas. El le encargó que escribiera todo lo que vio y oyó en las apariciones de la Virgen María, dejándonos dos manuscritos llenos de riqueza espiritual.
El primer manuscrito contiene 64 páginas en las que se detallan las apariciones de la Virgen María a la santa entre 1874 y 1880. Corrió el riesgo de perderse a causa de un incendio, sin embargo, la Virgen María veló por la realización de este proyecto divino inspirando a una de las hermanas para que copiara los manuscritos.
El segundo manuscrito, compuesto por 17 páginas, narra las primeras misiones de la Santa y el periodo fundacional de la Orden. Destaca las luchas de la pobreza y la adversidad que soportó, todo ello manteniendo un espíritu alegre y entregado. También incluye relatos de curaciones y milagros atribuidos a la oración del Rosario y cómo la devoción al Rosario y la veneración a la Virgen María se extendieron a través de estos milagros.
Fue beatificada el 22 de noviembre de 2009 y canonizada el 17 de mayo de 2015.