En un emotivo momento de unidad y testimonio cristiano, las Iglesias de Nazaret se reunieron el lunes 28 de abril de 2025 en la Basílica de la Anunciación para celebrar una Santa Misa por el descanso del alma del Papa Francisco. La liturgia fue presidida por Mons. Rafiq Nahra, Vicario del Patriarcado Latino en Galilea, y concelebrada por Fr. Wojciech Bołoz, OFM, Guardián y Rector de la Basílica de la Anunciación y Santuario de la Sagrada Familia en Nazaret, y Fr. Ibrahim Sabbagh, párroco de Nazaret, junto con una nutrida asamblea de clérigos de diversas Iglesias católicas. También estuvieron presentes delegaciones de las Iglesias Ortodoxa y Evangélica, numerosas comunidades religiosas y una amplia congregación de fieles.
En su homilía, Mons. Nahra exhortó a los fieles a valorar y encarnar el legado espiritual del Papa Francisco, recordando los temas clave que han caracterizado su pontificado. «Sus palabras y su guía espiritual deben permanecer vivas en nuestra memoria y en nuestros corazones», dijo.
Destacó que el Papa Francisco, que tomó su nombre en honor a San Francisco de Asís, fue conocido como el apóstol de la misericordia y defensor de los pobres. Esta misión quedó profundamente expresada en su lema papal Miserando atque eligendo - «Teniendo misericordia y eligiendo, le dice: ’Sígueme’»-, inspirado en la reflexión de San Beda el Venerable sobre la mirada misericordiosa de Jesús a Mateo, el recaudador de impuestos.
Monseñor Nahra subrayó que el Papa Francisco imaginó una Iglesia que no juzga, sino que se inclina para curar: no un tribunal, sino un hospital de campaña para las almas heridas. Animó a los fieles a adoptar una mirada misericordiosa hacia los demás, recordando la enseñanza del Papa de que los sacramentos no son recompensas para los justos, sino remedios curativos para quienes buscan el perdón y la gracia.
También destacó el compromiso de Francisco con la santidad cotidiana, el diálogo interreligioso y el cuidado de la creación, valores que marcaron su pontificado y resonaron mucho más allá del mundo católico.
Al concluir la Misa, se elevaron oraciones al Espíritu Santo, implorando la guía para el Colegio Cardenalicio, que pronto se reunirá para elegir al nuevo sucesor de Pedro, un pastor llamado a guiar a la Iglesia con sabiduría, valentía y amor en un mundo que anhela paz y esperanza.

