Santísima e Inmaculada Madre de Dios
venimos humildemente ante ti para pedir tu intercesión por la Paz en un mundo caótico y peligroso.
Confesamos que todos somos culpables de herir repetidamente con nuestras acciones a tu Corazón Inmaculado y al Sagrado Corazón de tu Hijo Nuestro Señor.
Por estas ofensas te ofrecemos nuestras oraciones y nuestra devoción en reparación.
Te pedimos tu ayuda en estos tiempos difíciles en los que la paz parece tan lejana.
Pedimos encarecidamente tu intercesión ante la Santísima Trinidad para traer la Paz al mundo, a nuestro país y a nuestras familias.
Santísima María, te solicitamos que pidas la gracia del Espíritu Santo para que nos infunde un amor cristiano más perfecto y una compasión más profunda en cada uno de nuestros corazones.
Recordamos las peticiones que nos hiciste para rezar tu Santo Rosario y de seguir fervientemente a tu Hijo Nuestro Señor.
Cuando acudimos a ti en busca de ayuda, confiamos en tu promesa de no dejarnos nunca desamparados y de abogar por nuestras peticiones ante tu Hijo.
Ahora, en medio de la violencia y la división, de todas las formas imaginables, así como de la glorificación de los valores seculares, y del conflicto mundial,
rogamos fervientemente que tu Inmaculado Corazón interceda amorosamente ante la Santísima Trinidad por tus hijos para que nos conceda la gracia necesaria para lograr la paz en este tiempo y en la región de tu nacimiento, Tierra Santa.
V. Dios te salve Madre Inmaculada y Bendita de Nuestro Señor y Dios, Nuestra Señora de Palestina,
R. Ruega por nosotros para que obtengamos el don de la Paz.