Con motivo del inicio del mes santo, S.B. el Patriarca Pierbattista Pizzaballa, junto con los obispos, sacerdotes y fieles del Patriarcado Latino de Jerusalén, Amman y Nazaret, felicitan a los musulmanes de todo el mundo y les desean un excelente ayuno. Que obtengan el perdón y la gracia, y adquieran la autodisciplina y el ejercicio de la virtud.
Este año, el ayuno de Ramadán coincide con la Cuaresma para los cristianos. Así surgen súplicas y oraciones desde las mezquitas, iglesias y hogares, pidiendo abundantes bendiciones sobre los ayunantes, sobre nuestras patrias y sobre toda la humanidad, que anhela el fin de las guerras, para evitar el derramamiento de sangre, el retorno de los refugiados y la justicia y la paz, en Jerusalén, Palestina, Yemen, Ucrania y en todo el mundo.
Pidamos a Dios, que nos ha mandado ayunar, orar y dar limosna, que sustituya las disputas por la paz y la reconciliación; resentimiento a través del perdón; y el egoísmo a través de la caridad.
Que Dios acepte vuestro ayuno, duplique vuestra recompensa y responda vuestras oraciones.
¡Feliz y Santo Ramadán!