El Espíritu Santo puso orden en la creación.
El Espíritu Santo engendró a Jesús y lo resucitó de entre los muertos.
El Espíritu Santo dio origen a la Iglesia y la guía en los acontecimientos nunca sencillos de la historia.
Creemos que el Espíritu Santo sigue guiando hoy nuestra historia y genera vida y resurrección.
Aquí también. ¡Ven, Espíritu Santo, y renueva el rostro de esta nuestra Tierra Santa!