Logo
Donar ahora

Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario

Benedictines of Our Lady of Cavalry

TIERRA SANTA - Visten de azul, negro, marrón o blanco... Trabajan en oficinas, escuelas, instituciones, iglesias... Llevan cruces en el cuello, un anillo alrededor del dedo, velos en la cabeza... Son las piedras vivas de la Madre Iglesia, las almas que trabajan discretamente para que la Iglesia brille. Lpj.org ha salido al encuentro de diez pequeñas congregaciones femeninas en Tierra Santa invitándoles hoy a conocer a las Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario en el Monte de los Olivos.

Viviendo en la cima del Monte de los Olivos, las benedictinas son famosas por sus iconos y su aceite… pero también por sus mermeladas, sus jabones, sus rosarios… Todo es local y hecho por ellas mismas.

Nacidas en Poitiers en octubre de 1617, las Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario celebraron 400 años de existencia en 2017. En la actualidad, están establecidos en Angers, Prailles, Bouzy-la-Forêt y Jerusalén, donde mantienen "una presencia orante en los Santos Lugares". Su monasterio, que ofrece una magnífica vista de la Explanada de las Mezquitas, el Santo Sepulcro y el Calvario, alberga actualmente a seis hermanas, entre ellas dos de otras ramas de la familia benedictina, que han venido a compartir la vida de la comunidad.

Una congregación francesa... en Tierra Santa

En 1599, tras la muerte de su marido, Madame d'Orléans, futura fundadora de la congregación, se une a los Feuillantinos en Toulouse para llevar una vida religiosa contemplativa. Seis años más tarde, el Papa le encargó la reforma de la abadía de Fontevraud y la nombró Gran Vicaria. De esta reforma nació la congregación de las monjas benedictinas de Nuestra Señora del Calvario, fundada conjuntamente por Madame d'Orléans  (que se convirtió en la Madre Antoinette de Sainte-Scholastique) y el Padre Joseph de París, un Capuchino (Franciscano reformista) que la ayudó en su misión.

En 300 años, la congregación sufrió muchos cambios y se extendió al oeste de Francia. Sin embargo, no fue hasta 1894 cuando adquirió un terreno en Tierra Santa, en el Monte de los Olivos, y dos años más tarde, el permiso para fundar un monasterio, con la condición de abrir un orfanato para niñas greco-melquitas. Así se hizo realidad un viejo sueño: vivir y rezar en la tierra de Cristo.

En la capilla de las Hermanas, durante la oración diaria (Sexta)

Los primeros pasos y el camino hacia la iconografía

A pesar de los difíciles comienzos, debidos en particular a la ausencia de un capellán, a las relaciones con el Patriarcado Latino y los Melkitas, a la repentina muerte de la Priora y la Subpriora en 1900, y a la Primera Guerra Mundial - durante la cual las monjas se vieron obligadas a regresar a Francia - la comunidad sobrevivió y se estableció. La mayoría de sus miembros procedían de Francia, pero algunas vocaciones eran más locales: Líbano, Egipto, Palestina... En 1953, la Hermana Marie-Paul, nacida en Egipto pero de padre palestino y madre italiana, entró en el monasterio del Monte de los Olivos. Unos años más tarde, empezó a aprender iconografía con un Hermanito de Jesús, que le ofrecía cursos a cambio de su pensión en el monasterio. "Poco a poco, se convirtió en su verdadero medio de expresión", explica la Hermana Marie, actual priora del monasterio.

La Hermana Marie-Paul y sus iconos. Famosa por su arte, llevó a cabo encargos únicos, no solo para Tierra Santa sino también para el extranjero. (Crédito de la foto: www.benedictines-ndc.com)

Tras su fallecimiento en 2019, es la Hermana Marie-Bénédicte, que lleva 20 años en Tierra Santa, quien toma la antorcha. Lo aprendió todo de la Hermana Marie-Paul. "Me enamoré de Jerusalén durante una peregrinación a Tierra Santa, que hice justo antes de entrar en el monasterio. En el mundo benedictino, se hace un voto de estabilidad; cuando uno entra en una comunidad, suele quedarse allí para siempre. Pero nuestro monasterio del Monte de los Olivos es especial: depende principalmente de las vocaciones francesas, ya que el reclutamiento local es difícil. Así que cuando mi comunidad en Francia, en Bouzy-la-Forêt, me preguntó si algunos de nosotras querían ir a Jerusalén, no lo dudé.

La Hermana Marie-Bénédicte en su taller

"Ser un puente, no un muro"

Hoy, la comunidad, que es muy pequeña, piensa en el futuro. Asociada a otras comunidades benedictinas francesas, busca renovarse y ya está pensando en varias iniciativas: abrir el jardín a la contemplación, trabajar en la comunicación, poner en marcha un verdadero proyecto espiritual en torno a la acogida de los peregrinos, proponer nuevos productos para la tienda... La Hermana Marie-Reine, que llegó de Benín el 17 de marzo y es miembro de otra rama de la gran familia benedictina de Subiaco, se ha puesto manos a la obra; ha empezado a trabajar recientemente haciendo bolsas de deliciosos pastelitos, típicamente benineses, y jabones, así como bonitas bolsas bordadas decoradas con un icono.

La Hermana Marie-Reine con algunas de sus creaciones: bolsos, pasteles, jabones

"Nuestra comunidad en Tierra Santa ha estado marcada por dos Hermanas; la Hermana Marie-Paul, por su arte de la iconografía, y la Hermana Paula, de origen judío, que se convirtió al cristianismo en 1943. Gracias a ellos, tenemos dos raíces: una judía y otra árabe", explica la Hermana Marie. "Hoy nos preguntamos cómo podemos preservar este patrimonio, así como el lugar emblemático en el que vivimos".

El Jardín de las Hermanas, desde donde se puede ver Al-Aqsa (izquierda) y la Cúpula de la Roca (derecha)

La Hermana Marie es Priora del monasterio del Monte de los Olivos desde 2019. Pero conoció la comunidad mucho antes de hacerse monja, durante una estancia en el EBAF, cuando estudiaba arquitectura. Aprovechó su estancia en Jerusalén para comprar algunos iconos a Sor Marie-Paul; nada hacía pensar que volvería años después...

La Hermana Marie (izquierda) y la Hermana Marie-Bénédicte (derecha)

Vivir el misterio del Sábado Santo

Como todas las ramas de la Orden Benedictina, la comunidad benedictina del Monte de los Olivos sigue la Regla de San Benito. Su carisma se basa en el espíritu de Benito y María, a través de la Palabra de Dios, la celebración de la Eucaristía, la oración y la vida comunitaria. Sin embargo, el carisma de las Hermanas Benedictinas del Monte de los Olivos adquiere también una dimensión centrada en un momento muy especial, el Sábado Santo. "El Sábado Santo - el tiempo que transcurre entre la noche del viernes de la crucifixión y la mañana de Pascua de la resurrección- es un tiempo esencial. Es como el espacio en blanco entre las palabras", explica la Hermana Marie. "Para que una palabra tenga sentido, tiene que haber una pausa, un espacio en blanco. Si intentamos llenarlo todo, acabamos asfixiándonos".

Así, las Hermanas viven el Sábado Santo como "un descanso contemplativo", que las prepara para recibir el anuncio de la resurrección. "Para mí, la contemplación es algo que se recibe y no algo que se hace", dice la Hermana Marie. "Es un marco congelado que nos permite dejar que las cosas nos penetren. En la palabra contemplación está la noción de ver; sólo que no es una mirada externa, sino una visión interna".

"Contemplar es dejar actuar a Dios"

Breve resumen

  • Nombre: Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario
  • Fundadores: † Madame d'Orléans (Madre Antoinette de Sainte-Scholastique) y † Padre Joseph de Paris
  • Acrónimo: BNDC
  • Carisma: rezar por la unidad de los cristianos y el mantenimiento de la presencia cristiana en la tierra de Cristo, por la paz en el mundo y el anuncio de la Palabra de Dios, con especial atención al "silencio del Sábado Santo".
  • Espiritualidad: contemplativa, en unión con la Regla de San Benito; soledad y comunión, oración, trabajo y hospitalidad.
  • País de origen: Francia
  • Ubicación actual: Francia y Tierra Santa.
  • Hábito: negro con velo blanco, recientemente instituido por la nueva priora. "Nuestro hábito es un signo de la comunidad a la que pertenecemos; también muestra que estamos revestidas de Cristo", explica.
  • Anécdota(s): La comunidad de las Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario no está gobernada por una madre abadesa, sino por una priora elegida, para ajustarse al espíritu de reforma deseado por su fundadora.
  • Página web: https://www.benedictines-ndc.com/index.phphttps://www.benedictines-ndc.com/site-jerusalem.htmlhttps://www.benedictinesmontdesoliviers.org/